La primera foto que subí a Instagram en 2012 estaba pixelada y nada trabajada. Y, por supuesto, no fue nada popular. Tampoco lo pretendía porque, por aquel entonces, Instagram sólo era otra red social más, un diario visual que convertía nuestra aburrida rutina en algo digno de ser visto. Pero ahora nuestro día a día forma parte de sus Stories y el feed de la aplicación es exclusivo de los momentos de más valor en nuestra vida.
Instagram ya no es lo que era. La popularidad de Instagram se ha disparado y ya no podemos publicar “cualquier cosa” en “cualquier momento” y de “cualquier manera”. E Instagram sabe todo esto: por eso durante todo 2018 ha incluido actualizaciones con tanta naturalidad que no nos hemos dado cuenta, pero que han cambiado por completo nuestra forma de utilizar la plataforma y de interactuar entre nosotros.
¡Cómo se nos eriza la piel con la palabra ‘algoritmo’, pardiez! Tanta estrategia de redes para nada. Instagram cambió su algoritmo en 2018 y todo el mundo se echó las manos a la cabeza. En Concepto 05 ya te explicamos en qué consistía: se ordenaban las publicaciones dependiendo de los intereses, la afinidad y el tiempo. Esto se tradujo en que, cuando entramos a Instagram, se le da prioridad al contenido más nuevo del usuario con el que más interactuemos y más intereses compartamos.
A nivel de marca (personal o no) esto significa que, para estar presentes en el feed de Instagram, tenemos que publicar contenido de calidad de forma constante pero también crear una comunidad activa con la que tengamos un vínculo y que no se limite a dar like. Porque esa es la finalidad de este algoritmo: ofrecernos el contenido que queremos de las personas que más nos interesan.
«¡Los vídeos de Instagram sólo duran un minuto!», decían. «¿Qué es eso de que las Stories sólo duren quince segundos?», seguían. ¿La respuesta de Instagram a estas quejas? Un canal de vídeos que permite subir contenido audiovisual que puede durar hasta una hora.
IGTV es la otra cara de la moneda: vídeos largos que siempre estarán presentes en tu perfil para compaginarse con el efecto inmediato de las Stories. Otra manera de aumentar el engagement que, sin embargo, no está calando demasiado. Aunque Instagram insiste en que esta herramienta será mejor recibida con el paso del tiempo, los usuarios no parecen adaptarse muy bien a IGTV. Al fin y al cabo, el potencial de Instagram también se basa en su inmediatez de contenido: imágenes bonitas y vídeos muy, muy cortos. ¿Quién va a meterse en Instagram a ver un vídeo que puede durar hasta una hora? En el futuro no lo sabemos, pero de momento… No mucha gente.
¿Os acordáis de cuando la pestaña ‘Explora’ se basaba en la búsqueda de personas, hashtags y te recomendaba fotos chulas? Donde antes primaba un orden similar al de las tendencias de YouTube, ahora todo se basa en intereses. Por ejemplo, si sigues varias cuentas de animales o das like a muchas fotos con hashtags de gatos, a la hora de explorar nuevo contenido verás tu Instagram lleno de adorables mascotas. Por defecto estarás en la pestaña ‘Para ti’, aunque también podrás explorar otras secciones divididas por temática. Instagram también te proporcionará sugerencias de perfiles y hashtags pero, de nuevo, según tu actividad y el tipo de publicaciones con las que más interactúes.
El cambio fue tan exagerado que la estrategia de influencers y marcas se vio completamente afectada a la hora de buscar nuevos seguidores. La mejor estrategia para adaptarse a esta nueva forma de explorar contenido es hacer uso de hahstags con los que guiar al usuario por el contenido que más le interese. El uso adecuado de los hashtags nos ayudará a posicionarnos en esta sección, utilizada por más de 200 millones de personas diariamente.
Nos reímos cuando Instagram presentó las Stories porque decíamos que estaba copiando descaradamente a Snapchat y no iba a llegar a ninguna parte. Y aquí estamos, con más de 400 millones de usuarios utilizándolas a diario.
Esta sociedad acelerada agradece (y exige) estas pequeñas píldoras de información. Por eso lo que al principio fueron sólo publicaciones fugaces sin importancia se han acabado convirtiendo en la gallina de los huevos de oro de Instagram, que explota continuamente el potencial de sus Stories a sabiendas de su poder. ¡Si ahora hasta podemos realizar compras en ellas!
Las Stories son una buena manera de atraer seguidores a nuestro perfil y establecer una conexión con ellos. Ahora no sólo basta con añadir ubicación, hashtags y hasta música, sino que también podemos compartir en nuestras Stories publicaciones propias o ajenas para atraer la atención de los usuarios a nuestro feed. Pero lo mejor de las Stories es la libertad a la hora de jugar con sus stickers: podemos realizar encuestas divertidas, permitir que nuestros seguidores se comuniquen con nosotros a través de preguntas o utilizar la cuenta atrás para promocionar eventos. Lo importante es animar a los usuarios a interactuar con nosotros y, sobre todo, divertirnos con las infinitas posibilidades que ofrecen las Stories. ¡Faltaría más!
Estas son las principales actualizaciones de Instagram en 2018, pero ahora estamos en un nuevo año en el que esta red social crecerá más todavía. Ya ha estado probando mensajes de voz, cambios en los perfiles y hasta un nuevo feed. Así que quién sabe, a lo mejor IGTV se convierte en el nuevo YouTube. Lo que es seguro es que Instagram tiene muchos ases bajo la manga y estamos deseando verlos todos, pero, ¿en qué se acabará convirtiendo esta red social? ¿Son todos estos cambios beneficiosos o están convirtiendo Instagram en una red mucho más compleja de lo que debería ser?
Soy Anji y me dedico a escribir mucho y muy bien. Es lo que más me gusta en el mundo después de mi novia Ada, mi gata Boloñesa y las anvorgesas, que no hamburguesas. Hablar se me dará regular, pero escribo que te mueres.