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Tendencias digitales para un 2021 esperanzador.

Da igual que 2020 haya cambiado todos nuestros planes y previsiones a golpe de marzo. Nosotros seguimos erre que erre con las tendencias porque, cuanto mayor es la incertidumbre, más importante es compartir visiones.

Y no sólo nosotros. Toda consultora o empresa tecnológica que se precie lanza las suyas a finales de año. Algunas se basan en investigaciones, otras en estadísticas de sus propios usuarios y algunas, directamente, se las imaginan. Y ojo porque cada método tiene su parte positiva y nos puede aportar diferentes ideas.

Como nosotros vamos un poco tarde con estas tendencias, hacemos de la necesidad virtud y maridaremos nuestra visión con las de otras empresas.

Hiper-personalización

Sí. Con este palabro ya hemos insistido en algún momento y entra en el top de tendencias de este año. Básicamente el acceso a la realidad ahora mismo está mediado por la tecnología y lo realizamos a través de dispositivos individualizados.

Buscamos lo que nos interesa, seleccionamos información y los algoritmos inciden sobre lo que nos gusta y opinamos. Entramos así en una espiral de mundo hecho totalmente a nuestra medida.

Esto está teniendo repercusiones un poco delicadas a nivel social. Nos polarizamos, nos creemos cosas que no son ciertas. Mezclamos lo emocional con lo objetivo. Cada persona se convierte en un mundo.

¿Cómo podemos aplicar esto a nuestras estrategias? Pues personalizando la experiencia al máximo. Pensando nuestros servicios, productos y mensajes de forma flexible para que se adapte a cada uno de los usuarios.

Google dice que es más eficaz crear cientos de versiones de un mismo vídeo y que la inteligencia artificial elija qué vídeo mostrar a cada persona.

También es interesante la reflexión sobre la consultora Frog que, va más allá, y piensa cómo iremos personalizando o ficcionando la vida real. Es decir, cómo se podrán diseñar experiencias específicas para cada persona en el mundo físico. Da que pensar…

Crear contenido como salida a la crisis.

¿Cómo diseñar un podcast? ¿Cómo ganar dinero con Twitch? ¿Cómo ser influencer? son las búsquedas en aumento en Google. La cosa está muy complicada en el mundo real e Internet está lleno de llamadas a la acción que nos animan a ganar dinero.

Aunque los boomers se acaben de enterar de que los Youtubers ganan un pastizal ahora que el Rubius se ha ido a Andorra. Lo cierto es que la generación Z y los millennials estaban muy al corriente de todo esto. Aunque sean muy pocos los que llegan a cifras tan altas, son muchísimos lo que lo intentan.

Twitch, Patreon, Only Fans y recientemente Clubhouse están en auge y todas tienen modelos basados en que el creador de contenido reciba ingresos directamente de sus seguidores. Esto cambia el sistema típico de red social basado en la publicidad.

Esto tiene muchas posibles consecuencias. ¿Aumentará la diferencia entre grandes creadores de contenidos y usuarios casuales? ¿Perderán plataformas como Facebook e Instagram a sus influencers? ¿Qué pasará con los Social Ads si los usuarios consumen más en plataformas sin publicidad? Ojo, que vienen curvas.

Digitalización de todos y para todos.

¡Qué tiempos aquellos los de «mi cliente no está en Internet»! Por suerte forman parte ya de la prehistoria. Todos los negocios aceleran su digitalización en todos los sentidos. Todo lo que ahora haya que hacer de forma física, tendrá su alternativa digital. Esto ya es obvio.

Pero hay que tener en cuenta que los confinamientos han empujado a la digitalización a poblaciones que anteriormente eran un poco menos activas en la red. Los mayores se han lanzado a hacer videollamas, sus whatsapps echan humo y ya no temen a la compra online.

En todos los proyectos debemos tener en cuenta que nuestro público ya no son sólo los jóvenes. Los mayores de 60 años utilizan cada vez más internet y las interfaces tienen que ser fáciles y accesibles para ellos.

Inteligencia artificial y humana trabajando en equipo

Durante años hemos hablado del riesgo de pérdida de puestos de empleo por la inteligencia artificial. En el marketing estamos viendo que sucede lo contrario, La inteligencia humana y la artificial tienen que colaborar juntas.

Optimizar en Facebook o Google Ads ya no consiste en realizar acciones manuales y reducir las campañas a una combinación concreta de variables que sabemos que sí funcionan, sino en ayudar a que la inteligencia artificial optimice alimentándola de datos y poniéndole límites.

Vuelve el patrocinio

Streamers, Tiktokers, Youtubers… tienen una cosa en común, son personas individuales. Las empresas no están siendo capaces, en general, de crear contenidos con tanto engagement como estos creadores de contenido. La comunicación orgánica (Community Manangement) se limita cada vez más a la atención al cliente.

Conseguir que estos creadores hablen de una marca empieza a ser el reto para seguir estando presentes en la vida de millones de usuarios. Ahora son jóvenes pero, como pasa siempre, cada vez se irán incorporando más edades.

La aparición de plataformas de monetización directa del contenido que dejan de lado la publicidad cierra todavía más el cerco a las empresas para promocionar sus productos. La solución pasa por los patrocinios.

Los patrocinios son una fórmula antiquísima pero en el ámbito digital resurgen. La marca pierde el control sobre el contenido, pero consigue formar parte de una comunidad y asociarse a unos valores a través del influencer.

Google se centra en el conocimiento

Si las redes son diversión y entretenimiento, Google ya se especializa descaradamente en el conocimiento y las utilidades. Las estrategias en web y SEO tienen que ir ya en esta línea. Incluso empieza a ser incompatible comunicar a la vez para Google y para las redes. Lo que funciona en el buscador, no funciona en Twitter o Instagram.

El contenido experto, la autoría, la estructuración de los datos y la abundancia de información cada día son más valorados por un buscador que asume su papel de dar respuestas rápidas y concisas.

¿Adiós a las cookies?

Las batallas ahora entre las grandes empresas tecnológicas también se dan en el ámbito legal. La inteligencia artificial que hace que la publicidad sea rentable se basa precisamente en la acumulación de nuestros datos. Todo esto depende de que la ley les permita utilizarlos y para ello, a día de hoy, los usuarios tenemos que consentir el uso de cookies… ¿Os suena, verdad?

Pues el sector digital empieza a prepararse para un mundo sin cookies. Lo que va a provocar un terremoto en la publicidad y en el orden de fuerzas de los grandes gigantes tecnológicos.

Imaginar el futuro es el gran reto de 2021.

La pandemia nos ha metido en casa y todos esperemos que en 2021 podramos ir recuperando opciones de relacionarnos en el mundo real. Pero la digitalización se ha acelerado tanto estos meses, que será un aspecto clave para la superviviencia de negocios y profesiones.

Después de años de trolleo y polarización habrá que ver cómo afecta la entrada de estas nuevas redes sociales basadas en la membresía. Confiemos en que sus algoritmos nos den un descanso aunque no es fácil apostar por ello.

Ya no como tendencia, sino como deseo, está la necesidad de crear relatos de futuros posibles optimistas. No sólo en el plano individual (gana dinero, compra bitcoins, hazte influencer, persigue tus sueños…) sino también en lo colectivo.

Es necesario que, en el ámbito digital, podamos imaginar escenarios comunes posibles en los que haya una cierta armonía social y consigamos sembrar soluciones para los grandes problemas a los que nos estamos enfrentando la humanidad y el planeta. Ojalá ésa sea la gran tendencia de 2021.

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