Si eres de esas personas inquietas a las que les gusta estar al día de todas las nomenclaturas sobre innovación seguramente hayas escuchado hablar del Design Thinking, para muchos una metodología de innovación para el diseño de productos y servicios, para otros, algo mucho más potente: Un nuevo enfoque. ¿Qué tiene de particular? Muchas cosas, que ahora te contaremos, pero no pierdas estos dos conceptos de la cabeza: Diseño y personas.
Parece mentira que el Design Thinking, como término, apareciera por primera vez en el año 1959. Desde entonces, el concepto ha sido utilizado en el mundo de los negocios, aunque muchas veces no con la efectividad que se merece. Actualmente, y gracias a la transformación de los mercados y a la rapidez con la que se produce, es necesario reconocer que cada problema debe ser tratado con la escala y complejidad merecida. ¿Y qué papel cumple aquí el Design Thinking? Gracias al enfoque del Design Thinking hoy podemos resolver problemas de forma creativa por y con las personas. El cambio de paradigma fundamental, reside, en que lo importante no es solo definir cómo resolver un problema sino previamente, definir con precisión cuál es el problema a resolver.
Gracias al Design Thinking cada vez más empresas están transformando la forma de crear sus productos y servicios, la clave: Poner el foco en las personas y sus necesidades como parte activa durante todo el proceso de creación y diseño.
Antes de nada, debemos aclarar el Design Thinking no es algo exclusivo de diseñadores, una de las claves del éxito de este enfoque es que es inclusivo a todas las personas y departamentos de una empresa: El proceso de diseño es algo en lo que todos implicados pueden y deben formar parte.
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Quizás te haya llamado la atención cómo en el título de este artículo: Qué es el Design Thinking: “Metodología” de innovación, la palabra “metodología” aparezca entrecomillada. Esto es, porque a pesar de que existe una metodología el Design Thinking es mucho más que eso. En palabras de Risto Lähdesmäki, CEO at Idean (una agencia internacional que centrada en el diseño para transformar los negocios):
“El Design Thinking es más que un conjunto de herramientas. Es una mentalidad. Un cambio cultural.”
¿Por qué? El Design Thinking se basa en el movimiento, en el concepto de “aprender haciendo” y lo hace desde una óptica nunca antes planteada:
Dicho de otra manera, es un proceso siempre vivo, que consigue transformar no solo el proceso de diseño de un producto o servicio sino el germen mismo de las empresas y proyectos que lo llevan a cabo y sobre todo, a las personas que forman parte de ese proceso: El Design Thinking es un proceso de empoderamiento de las personas, una transformación social, una cultura de cambio.
La verdadera revolución reside en diseñar de una forma antes no planteada:
Hasta ahora, todo lo dicho está muy bien, pero ¿cómo lo llevamos a la práctica? Bajemos a tierra y veamos de qué manera aplicar un enfoque Design Thinking en un proyecto.
El Design Thinking es un enfoque combinado con prácticas de trabajo y metodologías ágiles que además, de forma demostrada, aumenta en más de un 50% la productividad.
El proceso consta de:
Con la empatía en la persona como centro y gracias a la observación, deben descubrirse cuáles son las verdaderas necesidades de las personas.
Durante esta parte del proceso pueden utilizarse materiales como “el mapa de empatía”, los “miedos y esperanzas”, el “customer journey”, el “team canvas”…. Se trata de utilizar diferentes herramientas que nos ayuden a profundizar en las verdaderas necesidades de la persona sin miedo a preguntarnos para diseñar una oportunidad.
Cuando descubrimos la oportunidad necesitamos definir la solución. Durante esta fase se diseñan diferentes prototipos que después serán validados con el usuario. Para ellos utilizaremos todas las herramientas necesarias que nos hagan salir de nuestra zona de confort y potencien nuestra creatividad: Dibujar, actuar, esculpir…
Durante este proceso de creación colaborativa todas las ideas son válidas y todas las personas deben sentir que pueden contribuir.
Esta fase es una fase de iteración que debe ser repetida tantas veces como sea necesario para conseguir el diseño deseado.
Se lleva a cabo mediante metodologías ágiles de trabajo que permitan prototipar de nuevo y validar con el usuario tantas veces como sea necesario.
En realidad podríamos resumir el proceso completo de la siguiente manera:
En palabras de Pierre Henri Clouin, Chief Strategy Officer de Idean:
«Las innovaciones más interesantes provienen de la comprensión de nuevas oportunidades a través de la investigación de las personas»
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Periodista, especializada en Tercer Sector, Innovación y Formación. Fundadora de Qua! Social Media, Agencia de Marketing online.