A pesar de los numerosos escándalos y noticias que alertan de que empresas como Facebook y Google trapichean con nuestros datos, siguen siendo los dos servicios de Internet con más usuarios… ¿Por qué sucede esto?
La respuesta más recurrente es la más facilona… Porque son gratuitos o porque no le damos tanta importancia a la privacidad. Sin embargo no creo que sea solo por motivos económicos o por dejadez. También hay motivos sociales que nos empujan al uso generalizado de Facebook, Whatsapp, Gmail, Instagram etc.
Aunque la teoría dice que en un mercado con un sinfín de opciones, como el que hay en Internet, el usuario puede evaluar y elegir el producto que más le convenga, lo cierto es que esto no suele suceder. Vemos que en todas las actividades muchos usuarios nos concentramos en muy pocas plataformas.
Esto se debe a lo que se denominan externalidades de red. Cuando un producto tiene muchos consumidores ofrece más ventajas. En los coches, por ejemplo, es más fácil encontrar repuestos o vender en el mercado de segunda un modelo conocido. En una marca de ropa encontramos un beneficio social como el reconocimiento o la distinción. En una red social es todavía más crítico: si están todos nuestros amigos, cambiar de plataforma implica un aislamiento. La temida desconexión.
Así es como todo se complica. Si todo el mundo se sentase a debatir cómo sería la mejor red social, probablemente no la diseñaríamos como Facebook y no se serviría de nuestros datos para construir el modelo de negocio. Sin embargo, al sumarse una multitud de decisiones individuales, se da una suerte de tiranía de los débiles. La opción que menos trastorno o cambios genera, es la ganadora. Y ahí seguimos.
Teniendo esto en cuenta, creo que hay que empezar a asumir varias cosas que resumo en 5 conclusiones.
En definitiva se dan muchos factores que hace que los usuarios todavía sigan en Facebook y, aunque nos vayamos de esa red, tanto WhatsApp como Instagram también son propiedad de la empresa de Zuckerberg (y si aparece una nueva red, la comprará).
Al llegar a estas situaciones, los usuarios no tenemos capacidad de control sobre estas plataformas. De ahí que sea fundamental la regulación. La democracia consiste en eso: si no nos gusta que se viole nuestra privacidad, necesitamos leyes.
Analista de datos digitales especializado en social media en RTVE. Co-fundador de Concepto 05. Profesor de análisis y estrategia digital en Instituto Europeo de Diseño y EOI.