Decir que el mundo está sufriendo una transformación digital no es noticia. Las personas cada vez estamos más conectadas y cada día reclamamos a todos los sectores más comodidades y la resolución de problemas con simple toque con el dedo en nuestro smartphone. Paso a paso, las empresas están incorporando pequeños cambios tecnológicos que están haciendo posible su adaptación a este nuevo medio digital que se presenta, con un cliente mucho más exigente y diferente a los demás.Este proceso de transformación digital es especialmente interesante en el sector bancario y financiero por el gran número de beneficios que ofrece. Es lo que se conoce hoy en día como ‘fintech’, fusión de las palabras ‘finance’ y ‘technology’. Pero el fintech en España está de suerte, ya que el 37% de los internautas usan servicios de fintech.
Con el nacimiento de nuevas tendencias de consumo entre la población, cada vez más digitalizada, es necesario incorporar nuevos servicios a la cartera. El dinero físico cada vez se utiliza menos y la tendencia parece indicar que las tarjetas de crédito físicas también. El tiempo se está convirtiendo en el bien más preciado y las prisas ya son cotidianas en nuestro día a día. Cuando queremos algo lo queremos ya. Sobre todo cuando son cuestiones financieras.
El fintech persigue la satisfacción del cliente financiero a través de la tecnología. Y este cliente lo tiene claro. Quiere saberlo todo cuanto antes, operar desde donde quiera y de la manera más sencilla posible. Con el paso del tiempo, el cliente se ha vuelto más exigente y, ahora que cada vez hay más nativos digitales adultos, las preferencias están cambiando y mucho.
Pero en este nuevo escenario marcado por la diversidad de público y la tecnología, se plantean distintos tipos de cliente. Algunos de ellos reclaman la mayor información posible y de la manera más inmediata. Otros, sin embargo, prefieren menos cantidad de información pero que sea mucho más clara y analítica. Pero el objetivo final es el mismo. Quieren determinada información para poder operar con herramientas sencillas y que permitan operaciones útiles.
Marcarse unas metas está muy bien. El cómo se van a alcanzar es algo muy distinto. Y bastante más complicado. El gran problema de las empresas del sector financiero en nuestro país es la absoluta rigidez en su estructura. Es obvio que es necesario un incremento del presupuesto destinado a innovación, pero con eso no es suficiente. Se necesita un cambio de cultura en las empresas, así como su manera de organización y de operar, integrando la tecnología dentro de su actividad diaria y teniendo siempre presente que es otro aspecto igual de importante que la contabilidad o el marketing.
Si tus clientes y potenciales están cambiando, tú también necesitas cambiar. Es necesario adaptarse a las nuevas necesidades de los usuarios. Y este cambio debe producirse lo antes posible porque, cuando se habla de tecnología, en cuestión de meses estás fuera.
Dentro del sector fintech en España, cobran especial protagonismo las startups o empresas emergentes. Ideas transgresoras frente a presupuestos muy ajustados pero capaces de cambiar el mundo. Su principal ventaja es que son nativas digitales y eso, a día de hoy, vale oro junto a la capacidad de emprendimiento y riesgo.
Muchas de ellas han dado pasos de gigante en la tecnología aplicada a las finanzas, mientras que los bancos tradicionales iban a un ritmo más tranquilo. Poco a poco parece que estos últimos se han puesto las pilas y han visto la ventaja que ofrece la tecnología en el sector, tanto internamente como de cara a los clientes. Pero tratar de ignorar a estas nuevas empresas emergentes puede hacer que se conviertan en una gran amenaza.
La banca se puede permitir el lujo de competir con las startups gracias al gran presupuesto con el que cuentan. Hay que considerar a estas empresas como parte de la competencia, aprender de sus errores y aciertos y convivir con ellas en el mercado o, en un futuro, serán las dueñas de todo el terreno.
La legislación es otro de los problemas a los que se enfrentan las fintech en España y Europa, aunque cada vez es menos restrictiva. También hay otras regulaciones que favorecen su desarrollo, como es el caso de la normativa PSD2 o nueva normativa de servicio de pagos de Europa. Esta nueva regulación obligará a las empresas a compartir todos los datos de sus clientes con la competencia. Puede parecer un inconveniente, pero el objetivo es fomentar la competencia, la innovación en las empresas y facilitar el acceso al mercado de los competidores. De esta manera, los consumidores también se verán beneficiados con una reducción de gastos.
El PSD2 va a abrir nuevas oportunidades de negocio para todas las empresas, tanto bancos tradicionales como startups. Esta nueva normativa va a ayudar al desarrollo de las fintech y a la propia transformación digital de los bancos.
Al igual que el sector de la banca, la publicidad y el marketing también están experimentando cambios. No incluir el marketing digital dentro de una estrategia de comunicación es un error. Al igual que con el big data los bancos se ven beneficiados, las agencias de marketing digital también trabajamos con datos para llegar al cliente potencial. En este nuevo marco donde cada cliente es único, es necesario saber que quiere tu público objetivo para hacerle llegar los servicios que realmente le interesan. La publicidad tradicional e intrusiva dejará de ser eficaz, dejando paso a un nuevo modelo más selectivo.
Al sector fintech en España le espera un largo y próspero camino. Sin duda, bancos y startups van a competir más que nunca. Pero esto no significa que el futuro del sector sea malo, sino todo lo contrario. Las empresas cada vez serán mas innovadoras e integrarán el avance tecnológico como un área más de negocio. Implementarán mejoras constantemente para evitar quedarse atrás. Buscarán nuevos modelos capaces de satisfacer a un nuevo cliente más exigente. Y las agencias de marketing estaremos aquí para acompañarles en este viaje.
En nuestro informe sobre fintech en nuestro país, puedes encontrar entrevistas de grandes profesionales del sector que abordan el tema desde distintos puntos de vista: bancos de inversión, mayoristas y startups.