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Participación ciudadana en la red. Analizamos Decide Madrid.

Smartphone en la ciudad

Smartphone en la ciudad

Empoderar, qué bonito concepto. Para mí la máxima aspiración en la comunicación digital consiste en tender puentes para que el usuario tenga poder real sobre empresas e instituciones. Pero a la hora de aterrizar esta fantástica idea en acciones concretas hace falta mucho valor y dedicar mucho tiempo a pensar el qué y el cómo.

Uno de los proyectos más interesantes de participación digital puede ser la web del Ayuntamiento de Madrid, Decide Madrid. Ya se han publicado los primeros números que nos dan una perspectiva real del proyecto.

Como vemos los datos son interesantes, pero la participación de 176 mil usuarios en una ciudad de 3 millones de habitantes parece bastante escasa. Como explican desde el Ayuntamiento es un proceso largo y sólo estamos en los primeros pasos. Pero parece evidente que más importante que crear la plataforma es fomentar la participación implicando a vecinos de todas las clases y condiciones.

En el lanzamiento surgió cierta polémica por la intervención de trolls. Medidas absurdas como que los kebabs se sirviesen con acento turco conseguían miles de votos y se colaban entre las destacadas. Poco a poco los webmasters fueron aplicando métodos para limpiar este tipo de debates y parece que todo se fue normalizando.

He participado en varias votaciones y la experiencia me ha parecido sencilla. Sólo vi problemas como que haya diferentes votaciones para medidas que pueden ser muy similares. Algo que no tiene mucho sentido ya que se reparten votos.

En cualquier caso la experiencia del trolleo tiene que ayudarnos a vislumbrar una de las claves de la participación política a través de Internet. En este sentido creo que organizaciones o lobbies van a tener un papel central en la movilización de la ciudadanía. Su papel ayudando a seleccionar medidas y movilizando el voto puede ser fundamental.

Sin ir más lejos cuando voté sobre la remodelación de la Plaza de España la verdad es que me di cuenta de que no tengo ni conocimientos urbanísticos, ni información suficiente. Directamente me puse a votar e improvisaba en cada una de las respuestas porque no tengo un juicio formado. Necesité leer artículos como éste en Somos Malasaña donde se analiza si realmente si hay que reformar la plaza.

Después de cubrir el test me quedé con una sensación agridulce. Por un lado es estupendo participar en las decisiones pero, por otro lado, no sabía exactamente las consecuencias que podía tener lo que había dicho.

Parece que las propias asociaciones vecinales están siendo críticas con el proceso participativo. Los que hemos diseñado alguna encuesta ya sabemos que las preguntas pueden condicionar mucho las respuestas. Además para poder votar en algo lo primero es estar informado. Para eso están los asesores, los técnicos, los políticos, etc. Quizás sería más interesante elegir entre diferentes opciones que estén argumentadas que entre microideas para una plaza.

En resumen, que sobre el papel una web participativa pinta muy bien y es un paso interesante en la mayor democratización de la política. Pero el camino es largo y en la forma en la que se concrete esta participación está la clave para que no sea tan sólo una simulación. También el papel de los expertos en urbanismo en el proceso parece clave.

Aunque podamos elegir dónde se gasta el presupuesto de nuestro ayuntamiento, nuestra capacidad para informarnos y sacar nuestro juicio de valor está limitada por un factor esencial como es el tiempo. Un aspecto que no es baladí y que muchas veces es la causa principal de la escasa participación política de trabajadores.

La gran revolución de Internet es ésta, la posibilidad de que los usuarios participen y tomen decisiones. Algo que será fundamental para insituciones y para marcas en el futuro. Muchas empresas también abren procesos de este tipo para desarrollar productos. Es habitual que en desarrollo de software los usuarios particpen en el backlog votando mejoras para aplicaciones o juegos. En otros sectores iremos viendo cada día más plataformas participativas porque tienen múltiples ventajas:

  • Vinculan al usuario con la marca ya que se siente realmente escuchado.
  • Sirve como un pequeño estudio de mercado sobre nuestros usuarios actuales o potenciales.
  • Ayuda a construir una imagen de marca moderna, innovadora y transparente.

Y tú, ¿has participado en Decide Madrid o cualquier iniciativa de este tipo? ¿Crees que la organización o empresa en la que trabajas podría poner en práctica este tipo de procesos participativos para definir nuevos productos o procesos?

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