Están de moda muchas cosas en las que no creo… Los coches autónomos, la inteligencia artificial, los bots, etc. Sin embargo, ¿puede tener sentido apostar por cosas en las que no crees? Aunque nos fijemos metas imposibles el camino puede estar lleno de innovaciones reales.
Por ejemplo, muchas empresas llevan años trabajando en la idea de un coche autónomo capaz de conducirse a sí mismo sin un conductor humano. Sigo pensando que es irreal pensar que eso pueda llegar a suceder ya que, en entornos tan controlados como los trenes o el metro, siguen haciendo falta maquinistas. Sin embargo en la persecución de esa idea, se han inventado sistemas como el aparcamiento sin manos, el frenado automático cuando se detecta un obstáculo, etc. Un sinfín de mejoras que facilitan la conducción y que hacen buena la idea de perseguir el objetivo del coche autónomo.
Nosotros también nos marcamos objetivos tan aparentemente utópicos como predecir qué pasará en las elecciones analizando las redes sociales. Aunque el 26J ya nos pilla un poco cansados y no vamos a hacer grandes estudios, la idea de analizar la relación entre la conversación en redes sociales y el reparto de escaños es algo que nos seduce. No tanto porque pensemos que es posible sino porque nos permite innovar y avanzar por un camino lleno de retos y grandes pequeñas mejoras. Luchar contra los robots de los partidos para que no influyan en el análisis; entender la relación entre la reputación y notoriedad; gestionar millones de tweets son algunos de los obstáculos que hemos tenido que superar en este proceso y que en sí mismos ya hacen que valga la pena seguir este camino.
Quizás con la inteligencia artificial hemos sido mucho más reacios. En Concepto 05 somos muy de Wittgenstein y creemos que el lenguaje es contextual. De ahí que hayamos descartado en nuestros estudios cosas tan aparentemente básicas como el análisis semántico en el que no creemos. Seguimos con interés ese mundo y a día de hoy confirmamos que hay mucho ruido y poquísimas nueces. Sin embargo aparecen señales que indican que algo se está gestando.
No creo que un robot vaya a poder comunicar JAMÁS como un humano, pero lo que sí puede pasar es que los humanos nos habituemos a interactuar con bots, con perfiles automatizados de los que esperamos cosas concretas: utilidades, noticias, juegos, etc. Perseguir el sueño de que un sistema operativo pueda ser tu mejor amigo puede ayudar a mejorar algoritmos como el “descubrimiento semanal” de Spotify, mejorar buscadores, crear utilidades para redes sociales, ayudarnos a gestionar la información, resolver preguntas frecuentes con mayor acierto, etc.
Para que entendamos esto sólo hay que darse de alta en Telegram y darse un paseo por esta bot store… Las marcas ya están lanzando sus propios bots. Como siempre Netflix, Amazon o CNN ya tienen los suyos. Sirven para recibir noticias de forma personalizada o para buscar productos. En España ya encontramos un ejemplo muy interesante que se llama Politibot y te mantiene al tanto de las noticias de las elecciones de una forma interactiva y en función de tus preferencias. Hay que probarlo para entenderlo 😉
Todos los grandes intermediarios están tomando posiciones y Facebook apuesta por los bots de messenger. Ya podemos curiosear por algunos ejemplos interesantes de tiendas online, medios de comunicación, atención postventa, etc. Seguro que cada semana aparecerán nuevos casos de éxito.
A las empresas y agencias ahora nos toca experimentar, crear nuestros primeros bots y darle a los usuarios la posibilidad de interactuar con nosotros de una forma totalmente nueva. El futuro no sabemos cuál será, pero seguro que este camino nos llevará a lugares insospechados. Parece que algunas veces innovar es apostar también por aquello en lo que no crees.
Ilsutración: Adam McIver
Analista de datos digitales especializado en social media en RTVE. Co-fundador de Concepto 05. Profesor de análisis y estrategia digital en Instituto Europeo de Diseño y EOI.