Cambian constantemente. No dejan de sorprenderte y nunca acabas de conocerlas del todo. Así son las redes sociales. Es lo que las hace ligeramente frustrantes y fascinantes al mismo tiempo. Buscar para ellas una fórmula infalible y perdurable es un imposible, como buscar la Atlántida, el Santo Grial, la fórmula de la Coca-Cola… O peor, al menos la fórmula de Coca Cola lleva años siendo la misma y probablemente habrá alguien sobornable por ahí que pueda revelártela. Sí, lo sé, visto así quizás seamos un poco masocas por dedicarnos a esto, pero reconócelo, nos va el riesgo, y sabemos que en las redes sociales toca adaptarte y vivir el momento.
Y en este momento a tu marca ya no le vale con estar por estar. Ni siquiera con ‘escupir’ contenidos de calidad y aportar valor. Eso está bien, de notable alto, pero nada más. Estar en el momento justo en el lugar exacto. Estar en la onda. Estar en la conversación… Llámalo cómo quieras, pero esa puede ser la la clave para matrícula de honor.
En realidad nada del otro mundo, un poco de suerte y unos cuántos elementos bastante obvios:
Tras el famoso caso de Oreo y algunos otros secundarios durante el apagón de la Super Bowl, el de las chocolatinas Snickers en el mundial es el más reciente. ¿La oportunidad? El mordisco de Luis Suárez a Chiellini durante el Italia-Uruguay, que el community de la marca en USA cazó al vuelo ¿El resultado? Decenas de miles de RT y la ‘imitación’ de la estrategia en las cuentas locales de Snickers tiempo después. ¿La clave del éxito? Ambas supieron combinar humor, oportunidad y escenario, una fórmula redonda.
Un par de días después Barilla jugaba con el mordisco para recibir a los jugadores italianos con un tuit que, aunque preparado con mucho más tiempo, resulta igualmente meritorio y sorprendente.
El de Wilkinson España es otro ejemplo de éxito. En nuestro país, según Nielsen, seis de cada diez tuiteros comentan un programa de televisión mientras lo ven, y la cifra aumenta en eventos en directo. Eurovisión 2014 fue, de hecho, el programa con más conversación en redes sociales de la historia de España, con más de un millón de comentarios de más de 300.000 usuarios. La barba de Conchita dio mucho que hablar y, sin buscarlo, los usuarios convirtieron a Gillete en TT, pero su community manager no lo aprovechó. Sin embargo, ahí estaba el de Wilkinson. Un tuit a tiempo le permitió hacerse viral y, al menos, plantar cara a la competencia con una visibilidad muy superior a la que su cuenta tiene habitualmente.
Pero no te confundas, no hace falta ser una marca internacional ni vender a gran escala para llegar a tu target. El de Jesús García Atelier es un pequeño gran ejemplo de cómo hacerlo bien. Si vendes vestidos de novia está claro que tu nicho son mujeres jóvenes, y, por tanto, generalmente tecnificadas. Y si hay una serie femenina, de moda en las redes y en la que hayan aparecido no uno sino varios vestidos de novia esta temporada esa es Velvet. Así que con la serie como TT, mientras muchos followers comentaban el modelito nupcial de una de las protagonistas y algunos el filón comercial, el/la CM de Jesús García Atelier, demostraba estar en el sitio justo en el momento exacto con los conocimientos adecuados sobre su marca.
Pero las posibilidades van mucho más allá de un tuit a tiempo, al hilo de un contenido televisivo. De acuerdo con el estudio Spain Nielsen Consumer Behaviour Research siete de cada diez usuarios españoles han tuiteado sobre un anuncio que se emite durante un programa de televisión y ocho de cada diez han buscado en Twitter la marca o producto. Hace tiempo que Tuitele mide de forma especializada también el sentimiento y la interacción en Twitter vinculada a anuncios y todo apunta a que el futuro está en una publicidad simultánea y mucho más elaborada televisión-redes. Otro estudio, de Havas Media, establece que el recuerdo sobre un anuncio visto en televisión es de entorno al 15 % para el que sólo se comporta como espectador, cosa cada vez menos habitual. Para el que navega desde su Smartphone o tablet mientras consume televisión el recuerdo baja al 8%. Pero si al tiempo que ves el anuncio en la tele, la marca lanza un contenido o acción que disfrutas en redes o aplicaciones el recuerdo es del 13 %.
En esa línea se mueve Mio, la aplicación de Mediaset que promete poder participar en concursos u obtener beneficios ‘capturando’ anuncios. Empresas españolas como VuQio trabajan en algo similar y a nivel multicadena, cuya idea es llegar a ofrecer contenido enriquecido sobre lo que ves en televisión tanto comercial, como no comercial. Desde el enlace a la BSO de la película en emisión en Spotify hasta el link a la tienda de mercha de Jorge Lorenzo durante la emisión de una carrera de Moto GP. En palabras de uno de sus creadores, José Cantera, en el pasado Zincshower, la idea es crear experiencias serendípicas. Cumplir deseos, satisfacer necesidades.
Dicho de otro modo, de lo que se trata, en definitiva, es de hablar dónde habla la gente, aportándole valor de forma no intrusiva, ni molesta. Hacer de la publicidad algo que deja de percibirse como publicidad. La cuadratura del círculo…social.
Periodista especializada en contenidos digitales y redes sociales. Curiosa pixelada, parlanchina 2.0 y apasionada de lo suyo. Si no la encuentras, posiblemente ande por ahí buscando tesoros transmedia.