Decidieron subestimarnos con la etiqueta de generación malcriada o perdida, pero hoy son muchas las marcas que luchan por entender nuestras motivaciones y, sobre todo, nuestras aparentes contradicciones. Nacidos entre principios de los 80 y finales de los 90, los millennials nos caracterizamos por tener un espíritu altamente activista, a través del que buscamos retomar aquellos valores sociales que nuestros antecesores fueron perdiendo. Creemos en la colaboración global y la innovación, así como en la sostenibilidad que ayude a frenar el deterioro del planeta.
Sin embargo, frente a esta realidad, se contrapone el apego consumista y enamoramiento ciego que los de la Generación X sentimos por determinadas marcas y productos que reafirman los que somos (o lo que aspiramos a ser). ¿American Apparel? ¿Apple? ¿New Balance? Creo que os suenan lo suficiente.
The New York Times, publicó un reciente estudio con datos tan cruciales como que en 2010 sólo el 13% de las mujeres y el 10% de los hombres de esta generación habían seguido el modelo tradicional de vida implantado en los años 60. Los caminos y las posibilidades son ya infinitas. A partir de ahora, algunos millennials decidirán no tener hijos, lo que les permitirá alcanzar un poder adquisitivo más alto, incrementando así su capacidad de consumo. Otros muchos decidirán no casarse, conviviendo con su pareja en un entorno de mayor flexibilidad. Hablo en futuro porque el rango de edad es demasiado amplio, pero como muchos de vosotros habréis notado que esto ya está pasando.
En esta ocasión, el cambio generacional ha dado un paso más allá y se ha convertido en un cambio de mentalidad acelerado por factores como Internet, las redes sociales y la crisis económica.
Hemos pasado de ser la generación perdida a la generación por explorar dado el poder de influencia que concentramos a nivel social y comercial. Bajo esta premisa, algunas marcas y organizaciones han sabido reinventar su mensaje o, incluso, nuevas han nacido para satisfacer las necesidades y tendencias que seguimos. ¿Qué me decís de AirBnb y la economía de la colaboración?
Pero mientas esto ocurre, muchas otras siguen apuntando hacia un modelo obsoleto, ya no sólo desde el punto del marketing y comunicación sino del contexto sociológico general, lo que es aún más grave.
“Today, brands are becoming more and more like humans,” Luna said. “They’re taking on more and more human-like traits.” Elle Luna, IDEO Communications Designer.
Recuerdo que en uno de mis primeros posts para Concepto05 hablé del el marketing de movimientos como línea de actuación de futuro para las marcas. Han pasado dos años desde aquel artículo, pero la idea impulsada por Scott Goodson ha cobrado mayor fuerza y relevancia al anclarla en relación con estos nuevos actores.
Los millennials somos personas fuertemente conectadas con un propósito social, y como he dicho antes, buscamos y consumimos marcas que apoyen los valores y causas que nos motivan. De esta manera, los puntos cruciales para alinear una marca con esta generación pasan por:
Porque llegados a este punto, lo que define el éxito de una marca ya no es sólo su capacidad de contar historias sino de convertir esas historias en una realidad palpable (story-doing). Y en este proceso, contar con el apoyo de los nuevos consumidores como co-creadores y embajadores de nuestras propuestas y experiencias siempre será un acierto.