Facebook empieza a probar dos nuevos botones centrados en las páginas: lo quiero y coleccionar. Su utilidad es la de seguir conociendo al usuario y permitir que éste pueda comprar lo que le gusta a través de su red social.
La idea es que cuando un usuario marque en un producto de una página el botón lo quiero, automáticamente el producto se añade a una lista de deseos o wishlist, lista que se mostrará en la biografía del usuario para que todos sus amigos puedan verlo. Además se añade la posibilidad de realizar la compra del producto a través de esta lista de deseos. Más fácil imposible.
El botón coleccionar servirá para tener un apartado donde guardar imágenes que, por una razón u otra, el usuario quiere conservar. Huele a Pinterest desde lejos, y es que si algo tiene Facebook es que intenta implementar todos los servicios posibles en su propia red, existan éstos o no.
Los dos botones están en pruebas, aunque ya son muchos los usuarios que pueden acceder a ellos, y tienen un perfil enteramente comercial. La capacidad de Facebook para hacer negocio en su red social es innata y ya son varias las posibilidades de publicitar un producto en la red social.
Como todo, ventajas e inconvenientes. Por un lado, Facebook, aunque de momento no lo hace, imaginamos que cobrará por un porcentaje por los productos comprados a través de su red social. Lo malo, que cada retoque de Facebook condena al usuario medio a un aprendizaje que parece que nunca termina de las funciones principales de la red social. Algo que, junto al tema de la privacidad, es el principal motivo de queja por parte de los usuarios.
El botón no me gusta se ha pedido de muchas formas, se ha llamado la atención desde muchos lugares, pero no van a dar su brazo a torcer. De momento nos quedamos sin el solicitado botón no me gusta. El motivo es que con el perfil tan comercial que está adoptando Facebook a las marcas que se publicitan no les haría ninguna gracia que uno de sus productos fuera marcado por los usuarios con este botón.
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