Uno de los principales pilares del marketing de influencia es la existencia de los denominados “brand advocates” o “prescriptores de marca”, un heterogéneo grupo con una característica común: disponer de una gran capacidad de influencia para movilizar y generar opinión entre sus comunidades y entornos de referencia hacia determinadas marcas o empresas así como para determinar la elección final de sus procesos de compra.
A través de sus comentarios, recomendaciones y experiencias sobre todo tipo de productos y servicios, influyen directamente en el comportamiento de los consumidores y en la imagen que las marcas y empresas tienen en la red y, por supuesto, en su nivel de ventas. Pero, ¿quiénes son estos “prescriptores de marca”? ¿Cómo se comportan? ¿De qué manera pueden las empresas y marcas contar con ellos como “promotores naturales” de su imagen?
Lo cierto es que no existe un perfil definido para los “brand advocates”, sin un cartel que los identifique de forma clara pueden ser personas particulares, profesionales de prestigio, bloggers de referencia en un sector concreto, celebrities… En definitiva, “influenciadores” que utilizan su fuerte presencia en la red y el boca a boca – word of mouth, para los amantes de los anglicismos 😉 – para marcar tendencias o guiar opiniones en beneficio de una marca o empresa. En un reciente estudio, la agencia estadounidense de social media Zuberance ha tratado de aproximarnos a este perfil con algunos datos:
Por tanto, para las empresas contar con estos “evangelizadores” de su lado resulta clave, no en vano se trata del cliente ideal que comparte su experiencia y promociona tu marca sin pedir ninguna contraprestación atrayendo un buen número de potenciales clientes. ¿Cómo conseguirlo? Traza una buena estrategia. Lo primero es identificarlos, investigar y analizar las comunidades de referencia de tu sector y monitorizar su actividad en redes sociales es un buen comienzo para dar con estos líderes de opinión, auténticos «brokers» de la influencia 😉 . Una vez localizados, desplegar nuestro «arte de seducción» para hacerlos sentir únicos, incentivar su atención con experiencias exclusivas (no olvidemos lo veleidoso de ciertos egos), crear y afianzar relaciones con una comunicación cercana y personal o contar con su opinión para hacerles saber que forman parte y participan en nuestras decisiones son algunas estrategias que podemos desarrollar, al margen de mantener siempre una buena imagen de marca a través de la gestión de nuestra reputación on line para evitar que estos vínculos se rompan y surjan desavenencias o infidelidades…
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