¿Quién debe moderar las redes sociales? - CONCEPTO 05
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¿Quién debe moderar las redes sociales?

Concepto05 en Noticias Cuatro - Marcos G. Piñeiro

La semana pasada Facebook aseguró que incorporaría 3.000 moderadores de contenido nuevos a su plantilla. Las críticas que suscitaron las publicaciones de asesinatos o suicidios en directo a través de Facebook Live, empujaron a la red a tomar estas medidas prometiendo una mayor agilidad en la interceptación de contenido sensible.

Noticias Cuatro nos pidió nuestra opinión sobre este tema y la verdad es que da para mucho y es un debate que debemos afrontar como sociedad.

Lo primero que hay que indicar es que los medios tradicionales tienen muchos intereses en este asunto. Son los primeros en emitir imágenes delicadas de las redes y alertar una y otra vez de los peligros de Internet. Básicamente Internet gana cada día usuarios respecto a la televisión tradicional y afecta muy negativamente a sus ingresos por publicidad. Esto es algo a lo que los grandes grupos de comunicación tendrán que adaptarse pero, mientras tanto, exageran un poco lo negativo de las redes para ganar algo de tiempo y fomentar medidas regulatorias por parte de los gobiernos.

¿Qué es un contenido sensible? ¿Quién debe moderarlo?

Sobre el papel Facebook es una red social como otra cualquiera. Si no te gusta, nadie te obliga a estar ahí y puedes crear una cuenta en cualquier lado. Pero en la práctica casi todo el mundo está dentro y quedarse fuera te puede aislar. Cuando hablamos de marcas o medios de comunicación, estar presente en la plataforma que más tiempo pasan los usuarios es algo fundamental. La decisión de eliminar un contenido en Facebook es, por lo tanto, una censura. Y ahí vemos claramente que nos metemos en un tema delicado.

Que Facebook determine qué contenidos son apropiados o no es algo que genera mucha controversia. Movimientos como #FreetheNipple han criticado la censura de los pechos de mujeres en esta red social. Lo aceptable o no depende de cada cultura y de cada persona. Por lo tanto que una empresa americana decida qué contenido es aceptable para todo el mundo es algo que debería hacernos reflexionar sobre los límites de la censura en las redes sociales.

Fake news y posverdad

La publicación de noticias falsas en la red es algo de lo que también se está hablando largo y tendido. Los grandes medios alertan de que muchas veces los bulos consiguen más efecto en los usuarios que las noticias reales. En un mundo espectacularizado, parece que nos movemos más por emociones que por aspectos puramente racionales. La red parece que es el caldo de cultivo ideal para estas noticias falsas pero lo cierto es que los bulos, los chismes y los rumores son tan antiguos como el ser humano.

En positivo, Internet tiene la posibilidad de dar cabida a nuevos puntos de vista que los grandes medios de comunicación no incorporan. Muchos contenidos de investigadores de primer nivel están accesibles gracias a podcast, blogs y redes sociales. Al contrario también podemos ver en la televisión y grandes medios infinidad de noticias o investigaciones de escasísima fiabilidad que son repetidas en todos los telediarios.

Por lo tanto, las redes modifican el escenario, pero no nos traen nada nuevo. El gran cambio está en que los rumores quedan en negro sobre blanco y se difunden con mayor rapidez. No debemos caer en la trampa de pensar que los grandes grupos de comunicación son los únicos que pueden darnos información fiable. Antes de censurar noticias habría que pesárselo dos veces, tener una gran transparencia y fijar una normativa para cada país que indique a las redes cómo pueden dar estos pasos.

La capacitación. La gran olvidada

Hay un exceso de paternalismo en algunas de estas propuestas. Es cierto que el usuario no tiene por qué saber arreglárselas solo, pero también tenemos que hacer un esfuerzo por formar a la sociedad en capacidades digitales. Saber evaluar las fuentes, entender el medio y las ideologías que hay detrás de una noticia es algo fundamental para tener una democracia sana.

Condenar a tuiteros por hacer chistes, censurar desde los gobiernos o que Mark Zuckerberg decida qué partes del cuerpo se pueden mostrar en su plataforma es algo muy poco democrático y que probablemente esté causando más problemas a largo plazo de los que podemos imaginarnos. No existe libertad y democracia sin educación. En última instancia una sociedad que es capaz de entender los medios digitales siempre será capaz de responder a estos retos.

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